DAYANA IBACETA
Psicóloga

¿Cuántas veces te ha sucedido? NO ME SIENTO ESCUCHADA (O), mientras comentas una situación que viviste, una o dos amigas (os) toman su celular y comienzan a ver su Instagram o responder mensajes de WhatsApp o miran para otro lado o se distrae con bromas o memes. Aunque pueden decir que te están escuchando ¿es lo que realmente te comunicaron? ¿te sentiste escuchada(o)? ¿seguiste contando toda la situación? ¿preguntaron más detalles? Te cuestionas ¿Por qué no escuchan lo que cuentas? ¿Sentiste que tu historia no era importante? ¿Volviste a insistir en contar tu historia? ¿Qué decisión tomaste después de esta situación?
NO ME SIENTO ESCUCHADA (O)
La sensación de no ser escuchado puede ser muy frustrante y puede hacerte cuestionar la importancia de tu historia o tu relación con las personas involucradas. Aquí hay algunas reflexiones y decisiones que podrías considerar en una situación como esta:
- Reconocer tus sentimientos: Es normal sentirte herido o frustrado si sientes que no estás recibiendo la atención que esperabas. Reconocer estos sentimientos es el primer paso para abordarlos. Por ejemplo, puede que sientas resentimiento porque a los demás no les importan tus ideas.
- Evaluar la relación: Pregúntate si esta falta de atención es un patrón habitual o si fue un caso aislado. A veces, las distracciones pueden ser una señal de que la persona está ocupada o distraída o tiene un problema, pero otras veces puede reflejar una falta de interés en la conversación.
- Comunicación abierta y efectiva: Considera hablar directamente con tus amigos sobre cómo te sientes. A veces, expresar cómo te sientes de manera abierta y honesta puede llevar a una mejor comprensión mutua. Habla con voz clara y asertiva, y asegúrate de tener un tono de voz alto como para que las personas te escuchen. Usa declaraciones en primera persona («Yo siento…» o «Yo necesito…») para comunicar cómo te afectan las situaciones sin culpar a los demás.
- Establecer límites: Si esta situación es recurrente y afecta tu bienestar, podrías establecer límites sobre cuándo y cómo compartes información importante. Quizás sea útil elegir momentos en los que estés seguro de que recibirás la atención completa. Toma en cuenta los límites de las personas. La otra persona puede tener límites personales que sean distintos a los tuyos.
- Reflexionar sobre la decisión de seguir compartiendo: Si decides seguir contando tu historia, puedes hacerlo sabiendo que el resultado puede variar. A veces, es útil enfocarse en compartir con quienes están genuinamente interesados y disponibles para escuchar.
- Escucha activamente: Dedica tu atención completa a la persona que está hablando, usa señales verbales y no verbales para mostrar que estás interesado, repite lo que has entendido para confirmar que has comprendido correctamente, haz preguntas abiertas, evita interrumpir.
Ahora preguntémonos ¿Hemos reaccionado de la misma manera con otras personas o sólo nos focalizamos en nuestra necesidad de ser atendidos?

Muy interesante